Maria Emilia Correa of Systema B is working to bring B Corporations to Latin America. She explains below the purpose and particular need for recognized social enterprises in Spanish-speaking countries. For more in English, read Ellie Winninghoff’s article on Flex Corps and B Corps.
Podemos hacernos los locos, o podemos hacernos cargo: dos opciones frente a los problemas ambientales y sociales
Con esta reflexión en mente dos emprendedores chilenos crearon Triciclos, una empresa que invita a los ciudadanos a adoptar hábitos sostenibles y atacar los problemas de la basura. En su primer año de operación, 5 Puntos Limpios que operaron en Santiago recibieron más de 7,000 personas por mes y lograron reciclar 780 Ton de materiales, lo que equivale a reducir 2,300 Ton de carbono a la atmósfera. En 2012 Triciclos está montando 30 Puntos Limpios en todo Chile, y quiere instalar al menos un Punto Limpio en Bogotá, Buenos Aires y Sao Paulo (triciclos.cl).
Una motivación similar unió a dos amigos, un argentino y un norteamericano, que compartían su tristeza por la destrucción de la selva húmeda atlántica. Su empresa, Guayaki, ha logrado ya regenerar más de 6,000 Has. de selva atlántica, dando trabajo estable a muchas familias de pueblos originarios que pueden mantener sus costumbres y vivir en la tierra de sus ancestros de forma digna. Estas familias y Guayaki venden hierba mate orgánica en 10,000 puntos de venta en EEUU y Canadá (guayaki.com).
Triciclos y Guayaki son EMPRESAS B, una nueva clase de empresa que utiliza el poder del mercado para solucionar problemas sociales y ambientales, y que considera los rendimientos financieros como una herramienta indispensable para lograr sus objetivos, pero no como su principal razón de ser.
El urgente desafío de lograr un crecimiento sostenible y equitativo requiere soluciones de la misma dimensión y velocidad de los problemas. El Estado y la sociedad civil tienen un papel fundamental, pero su acción no es suficiente, dada la rapidez con que perdemos los servicios de los ecosistemas y la profundidad de la desigualdad.
De otra parte, las empresas tienen gran capacidad de lograr resultados, y el mercado es muy eficaz para repartir bienes y servicios (casi no se puede nombrar un lugar donde no llegue una coca-cola, por ejemplo). Sin embargo, los esfuerzos voluntarios de las empresas más serias para colaborar en la construcción de sociedades sostenibles se quedan cortos.
Las EMPRESAS B combinan las herramientas del mercado con la pasión de la sociedad civil para ofrecer soluciones efectivas a la pobreza, la perdida de los servicios de ecosistemas, la contaminación, o la desigualdad económica y de género. Son un nuevo paradigma que supera la definición tradicional de la responsabilidad fiduciaria, la cual limita la misión de las empresas a maximizar el retorno financiero a los accionistas.
Esta nueva forma legal permite comprometerse, de forma vinculante y no solo voluntaria, a operar con los más altos estándares sociales y ambientales. La obligación legal que es la base de las EMPRESAS B facilita además a consumidores y otros públicos, reconocer la diferencia entre “empresas buenas” y “puro marketing”.
¡Esperamos que muchos emprendedores se entusiasmen con esta posibilidad y tengamos cientos de EMPRESAS B en America del Sur!
María Emilia Correa –www.sistemab.org